Según información oficial, 13 personas murieron y más de 100 resultaron heridas, 15 de ellas de gravedad, en el violento atentado que el Estado Islámico reivindicó.
Dos días después, Hefford, que tenía dos hijos, murió debido a un trastorno genético raro que impedía que su cuerpo metabolizara adecuadamente la dieta rica en proteínas que estaba ingiriendo para su actividad.