Nina pasó de pedir “disculpas de corazón” en su audiencia a retomar sus provocaciones al entrar a la cárcel
Durante su audiencia de medidas cautelares Ruth Nina pidió a la autoridad jurisdiccional “disculpas del fondo de mi corazón” y aseveró que “no ha sido mi intención amenazar”. Sus excusas, no obstante, fueron insuficientes y terminó siendo enviada a la cárcel, lo que generó que retome sus expresiones provocadoras.

Ruth Nina mostró sus “dos caras” el sábado, día en la que transcurrió su medida de audiencia cautelares y que terminó con la decisión judicial de mandarla a la cárcel de San Sebastián con detención preventiva.
Nina es acusada de los delitos de instigación pública a delinquir, amenazas y obstrucción de procesos electorales por sus amenazas respecto a que el día de las elecciones se contarán “muertos” en lugar de votos si es que su principal aliado, Evo Morales, no aparece en la papeleta electoral.
Antes de su aprehensión, ejecutada el jueves, Nina defendía y ratificaba sus dichos y señaló que es parte de su “libertad de expresión” y su lucha por “los pueblos indígenas”.
No obstante, durante su audiencia de medidas cautelares Nina pidió a la autoridad jurisdiccional “disculpas del fondo de mi corazón” y aseveró que “no ha sido mi intención amenazar”.
Afirmó que sus polémicos dichos fueron dados en lo que calificó como una “reunión interna” – a pesar de que fue en un ampliado público del evismo- y recalcó no tener antecedentes penales.
“Me comprometo someterme a cualquier actuación de investigación o actuaciones procesales que su autoridad disponga. Ya no voy a emitir más este tipo de declaraciones que son malinterpretadas durante esta etapa electoral. Más al contrario, ahora cuidar la retórica y las palabras que, de aquí para adelante, como dirigente sindical, yo alguna vez pueda”, agregó.
Las disculpas de Nina, no obstante, no fueron suficientes y terminó siendo enviada a la cárcel.
Precisamente cuando era llevada al penal de San Sebastián, Nina volvió a retomar sus discursos provocadores y su posición de ser defensora de los pueblos originarios.
“Podrán encarcelarnos, podrán quitarnos la libertad, pero nunca van a quebrantar nuestro espíritu revolucionario y quiero decirles a mis hermanos: ¡kawsachun coca, huañuchun yanquis (viva la coca, mueran los yanquis), carajo!”, exclamó Nina al ser ingresada al penal.
Y agregó: “Es un honor entrar a la cárcel por nuestro pueblo, por nuestras mujeres para que nunca más las callen”.
En un acto del evismo en Lauca Ñ, semanas atrás, Ruth Nina, alta dirigente de Pan-Bol y aliada de Morales, advirtió al TSE que sin la participación del dirigente cocalero el día de las elecciones (17 de agosto) no se contarán votos, sino “muertos”.
“Nosotros, principalmente nuestras organizaciones sociales, porque Pan-Bol nace desde los Yungas, hemos decidido que el 17 de agosto preferimos dar nuestras vidas antes de permitir que vengan a obligarnos a elegir a sus candidatos de la derecha, y ese día el tribunal electoral y el Gobierno, en vez de contar votos, van a contar muertos”, amenazó.
Nina – que años anteriores lanzaba duras críticas a Morales- se mostró como la defensora de la fallida candidatura de Morales y exigió al TSE reconocer a Pan- Bol, partido cuya personería jurídica fue retirada tras no haber alcanzado el porcentaje mínimo de apoyo (3%) en las elecciones generales del 2020.