Brotes de rebeldía
La crisis económica, política, social y moral esta desbordada, no hay nada ni nadie que detenga la marcha de este desastre, los próximos meses no se pintan promisorios, sino violentos y altamente conflictivos.

Las colas en busca de diesel y gasolina son interminables y permanentes con cortos intervalos, la irritación ciudadana es evidente, los precios de los productos de la canasta familiar suben sin control sin que autoridad alguna ponga las cosas en su lugar, el dólar sube y el peso boliviano de facto se devalúa en una suerte de dibujo libre, el contrabando a la inversa se ha vuelto una de las actividades económicas importantes de la economía nacional pese a las promesas gubernamentales, los actos violentos arrecian, las amenazas delincuenciales en contra de las familias de autoridades electorales empiezan a ser parte de la cotidianidad, los bloqueos de caminos para imponer la voluntad del cacique chapareño son el pan de cada día, en tanto que las protestas legales y legítimas ciudadanas aisladas se pierden en la inocuidad.
La crisis económica, política, social y moral esta desbordada, no hay nada ni nadie que detenga la marcha de este desastre, los próximos meses no se pintan promisorios, sino violentos y altamente conflictivos.
El masismo, lo saben y lo dicen todos, es el responsable de haber dilapidado festinatoriamente los recursos estatales a sabiendas de que estos se iban a agotar irremediablemente porque jamás se los destino a la producción ni a reservar una parte para el futuro, la debacle fue premeditada.
En dimensiones distintas esto ya sucedió en Venezuela y otros países en latinoamérica, donde la bonanza les sirvió para generar una clase oligárquica glotona cleptócrata, a la que solo le preocupa mantenerse en el ejercicio del poder político para medrar del estado, su discurso de ser los representantes del pueblo fue y es una retórica que encubre sus iniquidades, mientras ésa cúpula se apropie de todo, no importa lo que le suceda al resto, saben manejar el poder en beneficio propio, la atención de las necesidades básicas del ser humano no les interesa.
Esa cúpula infame primero esquilma al estado, cuando se acaban los recursos le queda uno otro más valioso, el pueblo al que lo exprimen acostumbrándolo a sobrevivir en la miseria con promesas y ficciones, identifican a un enemigo real o inventado con el que se muestran sañudos y sus seguidores destilan su odio y bronca contra fantasmas creados por la propaganda oficial.
La dictadura finge adscribirse a la democracia convocando a elecciones manipuladas y controladas, todas las escaramuzas electorales no ponen en peligro su titularidad en el poder, les sirve para distraer la atención de los actores políticos y no debatir lo que en realidad sucede en las calles.
En su nefasta tarea evitan aproximar la parodia electoral con la realidad social, dejan que los opositores presenten candidatos, difundan programas de gobierno, ofrezcan de todo, hasta que los ataquen pero en su superficie no en lo sustancial, pese a estar podridos hasta sus cimientos, son intocables, sus contrincantes electorales ven todo menos el fondo.
Como son amorales hacen de todo para el logro de su objetivo que es reproducirse en el poder, es lo único que los ilumina. Si para ello tienen que eliminar a su ser más admirado y querido en el pasado inmediato lo harán, si tienen que dejar a un presidente congelado en su ineptitud y luego revivirlo no dudarán, si tienen que enterrar su sigla y disfrazarse en otra, lo propio. Lo hacen dirigidos por una cúpula internacional que ha elaborado una estrategia continental dictatorial, al final Evo, Andrónico, Lucho y ramas anexas son fichas que pueden ser removidas a gusto y sabor de sus amos pensantes, las cartas están sobre la mesa, una será la elegida.
A las fracciones el MAS no les preocupa esta dura realidad, no, como se acabaron los recursos económicos, ahora la crisis les sirve, en ella se mueven con comodidad, son sus progenitores, conocen al detalle los recobecos putridos del aparato que montaron al que lo utilizan con una perversidad torpe pero eficaz a sus fines.
Tienen a una oposición al margen de la realidad, la ocupan en eventos estrictamente electorales, la ciudadanía parcelada y sin conducción política no cobra la fuerza necesaria para exigir al gobierno tome las medidas adecuadas, una parte de ella esta domesticada, la han acostumbrando a resignarse con lo que hay. Felizmente no lograron con todos, una otra parte, la más silenciosa, esta enfurecida, en tránsito a la rebeldía y escaldada con lo sucedido el 2019.
La esperanza esta ahí, en esa base digna no dispuesta a seguir soportando a la dictadura ni a los pusilánimes, ha llegado la hora de organizar al partido contestatario y alternativo que saldrá de las calles, del pueblo movilizado emergerán los liderazgos, cada época y cada acontecimiento encuentra a sus conductores apropiados. Los actores políticos electorales no son ni serán los elegidos para esta conducción, solo quieren ser candidatos.
La causa que unirá surgirá en las calles, de la lucha, de la necesidad de encontrar una nueva forma de estado, de sociedad y de manejo del poder político. La república y la nación serán el cemento.
Será un parto difícil y complejo, no hay uno que no sea con dolor, luego vendrá la nueva vida llena de promesas e ilusiones, diferente al bodrio construido por el estado plurinacional y más lejos aún de las pretensiones oligárquicas que brotan como hongos.